Biografía Obras seleccionadas Exposiciones Publicaciones Prensa
Menu
Adriana Varejão
(1964)
“El Barroco conecta siempre dos extremos, como la luz y la sombra, en un solo cuerpo, una sola pintura. Historia por fuera contra un cuerpo salvaje por dentro, culto e inculto, cocinado y crudo, codicia y expresionismo, racionalismo e irracionalidad, frío y calor.”
– Adriana Varejão
Nacida en 1964, Adriana, de Río de Janeiro, comenzó su carrera en los años 80, aún muy joven. Entre 1981 y 1985, asistió a cursos abiertos en la Escuela de Artes Visuales Parque Lage, en Río de Janeiro, y realizó su primera exposición individual en 1988, en la galería Thomas Cohn.
Hija de piloto aeronáutico y nutricionista, realizó un curso preuniversitario en Impacto School. Fue a estudiar ingeniería en Puc. Mientras tanto, tomó cursos de arte.
En la década de los 90 participa en numerosas exposiciones importantes.
Destacan sus participaciones en la Bienal de São Paulo, en 1994 y 1998; en las Bienales de La Habana (1994), Johannesburgo (1995) y Liverpool (1999). Adriana fue también una de las figuras centrales de la Bienal de Sydney (2000), además de las muestras colectivas UltraBaroque (USA, 2000-2002), TransCulture (Venecia; Tokio, 1995), New Histories (ICA, Boston, 1996), Cartografía (MoMA -NY, 1994). Un pabellón del Instituto Inhotim, en Minas Gerais, alberga enteramente su obra.
Adriana Varejão es una de las artistas brasileñas más destacadas de la escena contemporánea actual.Su obra, dotada de una gran carga simbólica, reproduce elementos históricos y culturales.
Aborda temas relacionados con la colonización, el barroco y los azulejos. También investiga el uso del cuerpo humano, la visceralidad y la representación de la carne como elemento estético. A pesar de referirse al barroco, adquiere una fuerte contemporaneidad como consecuencia de la excesiva acumulación de materiales, capas de pintura e información.
A fines de la década de 1980, Adriana Varejão realiza lienzos con gruesas capas de pintura, teniendo como parámetro las iglesias barrocas brasileñas y sus azulejos, como en el Altar I, 1987. Posteriormente, comienza a apropiarse de imágenes de la historia de Brasil, retomando representaciones etnográficas de pueblos indígenas y negros, como, por ejemplo, las ilustraciones del libro ViagemPitoresca e Histórica ao Brasil, de Debret (1768-1848), para comentar el proceso de mestizaje en el país y la violencia de la colonización proceso. Así, la artista recorre el repertorio de imágenes relacionadas con la época colonial brasileña: azulejos, mapas y registros de viajeros.
En otras obras, utiliza piezas de loza y platos de la Companhia das Índias, que son moldeados y pintados por la artista. Hace incisiones y suturas en sus lienzos; a través de los cortes, se revela una materia interna, que tiene apariencia de carne. En sus pinturas, reproduce también fragmentos, haciendo referencia al desmembramiento y al canibalismo, en obras de gran densidad simbólica.